[Esperando a Luxanne Crownguard]
En el ambiente se respiraba nerviosismo, emoción, inquietud y curiosidad ante todo lo nuevo y diferente que estaba por venir. Un nuevo curso estaba a punto de comenzar y los alumnos de Hogwarts empezaban a habitar las instalaciones del castillo. El tren había llegado la noche anterior y a la noche siguiente se iniciaría la cena de Bienvenida de los de primer año, aún por abordar.
Garen ensanchó sus fosas nasales para respirar bien esa brisa cargada de todo tipo de sensaciones. Le encantaba estar allí.
Una hoja otoñal se posó sobre su hombro tras mecerse en el viento. La cogió suavemente por la base y la elevó a la altura de sus ojos. A contraluz, observó todas las pequeñas ramificaciones que se esparcían desde el centro hasta las puntas. Miles de caminos por recorrer, experiencias, decisiones que tomar... Libros por escribir.
Dejó que una suave corriente le arrancara la hoja de entre los dedos y tomó aire lentamente para después suspirar. Su etapa de estudiante estaba llegando a su fin, y aunque eso sólo significaba que lo bueno estaba por empezar sabía que echaría de menos todo aquello.
Recostó su espalda sobre el grueso tronco de uno de los árboles de los Terrenos y dejó caer su cabeza hacia atrás cerrando los párpados. Era su séptimo curso y lo iba a aprovechar al máximo.
En el ambiente se respiraba nerviosismo, emoción, inquietud y curiosidad ante todo lo nuevo y diferente que estaba por venir. Un nuevo curso estaba a punto de comenzar y los alumnos de Hogwarts empezaban a habitar las instalaciones del castillo. El tren había llegado la noche anterior y a la noche siguiente se iniciaría la cena de Bienvenida de los de primer año, aún por abordar.
Garen ensanchó sus fosas nasales para respirar bien esa brisa cargada de todo tipo de sensaciones. Le encantaba estar allí.
Una hoja otoñal se posó sobre su hombro tras mecerse en el viento. La cogió suavemente por la base y la elevó a la altura de sus ojos. A contraluz, observó todas las pequeñas ramificaciones que se esparcían desde el centro hasta las puntas. Miles de caminos por recorrer, experiencias, decisiones que tomar... Libros por escribir.
Dejó que una suave corriente le arrancara la hoja de entre los dedos y tomó aire lentamente para después suspirar. Su etapa de estudiante estaba llegando a su fin, y aunque eso sólo significaba que lo bueno estaba por empezar sabía que echaría de menos todo aquello.
Recostó su espalda sobre el grueso tronco de uno de los árboles de los Terrenos y dejó caer su cabeza hacia atrás cerrando los párpados. Era su séptimo curso y lo iba a aprovechar al máximo.